El rol estratégico del GLP en tiempos de incertidumbre energética
En 2024 se prevé una posible crisis energética debido a El Niño y la escasez de gas natural. En este contexto, el GLP se presenta como una alternativa para mitigar el impacto ante la incertidumbre.
El panorama energético colombiano enfrenta desafíos significativos para el próximo año, marcados por alteraciones climáticas, especialmente el fenómeno de El Niño, y la creciente escasez de energéticos fósiles, como el gas natural. Estas circunstancias han avivado las preocupaciones sobre una posible crisis energética en 2024.
De hecho, la Presidencia de la República —a través de un comunicado firmado por la dirección del IDEAM— ha confirmado que ya se cumplen con todos los criterios técnicos para asegurar la presencia del fenómeno de El Niño.
El desarrollo de este fenómeno podría ser una de las causas de esta posible crisis energética al disminuir las precipitaciones, el nivel de agua de los ríos y, como consecuencia, afectar la capacidad de generación de energía de los embalses hidroeléctricos (los cuales generan el 65 % de la energía en el país).
Por otro lado, existe una considerable incertidumbre en torno a la política que busca poner fin a la exploración de combustibles fósiles en el país. Una situación que podría afectar las reservas y la generación de gas natural, que es uno de los componentes para el funcionamiento de las termoeléctricas que generan un 31,46 % de la energía en Colombia.
La combinación de estos factores podría tener repercusiones tanto a nivel económico como operativo para todas las empresas del país que dependen de la energía en sus diferentes formas.
Por esta razón, resulta imperativo que las empresas utilicen soluciones energéticas sostenibles para aminorar las consecuencias de una posible crisis.
Panorama actual de la crisis energética
fenomeno del niño
Enfrentar una posible crisis energética implica examinar detenidamente las variables que impactan el panorama energético colombiano. En este contexto, es crucial conocer qué indicadores operativos, energéticos y económicos pueden verse afectados. Así como también analizar las posibles repercusiones que esto podría tener en el consumidor final en diversos sectores industriales en Colombia, por ejemplo:
Escasez de energía
La situación climática actual con la presencia del fenómeno de El Niño podría amenazar con reducir y/o cortar el suministro de energía eléctrica, lo que a su vez puede influir directamente en la capacidad productiva de las empresas.
Por otro lado, existe preocupación entre los analistas, ya que se teme que si se pone fin a la exploración de hidrocarburos, las ya limitadas reservas de petróleo y gas natural de Colombia se agotarán rápidamente.
Esto implica que el país podría ver afectada su autosuficiencia energética y se enfrentaría a una posible crisis en 2024, de acuerdo con País Minero.
Subida de precios de la energía
La escasez de energía conlleva a menudo un aumento en los precios de los combustibles y la electricidad. Este incremento puede generar presiones económicas tanto para los consumidores como para las empresas.
Por ejemplo, en la actualidad se evidencia una notable subida en el precio del kilovatio, que ha pasado de 250 COP a principios de año a aproximadamente 1.200 COP. Según el Vicecontralor Carlos Mario Zuluaga, existe la posibilidad de un aumento de entre un 15 % y un 20 % en las tarifas de energía eléctrica.
Además, el precio de la gasolina ha aumentado en comparación con el año 2022. Desde el pasado año a la fecha, el precio de la gasolina motor ha visto un incremento de alrededor del 50 %, pasando de 9.264 COP a 13.964 COP por galón. .
En este caso, es muy importante que las empresas prevengan posibles aumentos en sus gastos y busquen maneras de reducir estos efectos negativos.
Demanda de energia
La demanda de energía en el país aumenta anualmente entre un 5 % y un 7 %, lo que subraya la necesidad de una planificación anticipada para satisfacer los futuros requisitos energéticos.
El desafío radica en implementar soluciones energéticas sostenibles que no solo aborden la demanda actual, sino que también anticipen y satisfagan las necesidades energéticas del futuro, garantizando así un suministro sostenible y eficiente en el tiempo.
Inestabilidad del sistema eléctrico
En tiempos de crisis energética, la producción y distribución de electricidad puede verse afectada, lo que puede causar cortes de luz y problemas en el suministro eléctrico.
Esto presenta un desafío operativo importante para las empresas, ya que la interrupción en la continuidad eléctrica puede incidir negativamente en la producción y la eficiencia.
Soluciones energéticas sostenibles: el rol del GLP
Las empresas deben adaptarse a cambios en la demanda de energía, implementando estrategias de transición energética que les permitan optimizar su consumo y mantener la eficiencia operativa.
Aunque no podemos prever con certeza una crisis energética, es innegable que se espera algún tipo de impacto. Aquí es donde el GLP emerge como una solución estratégica, presentando una alternativa competitiva, no solo en términos de costos, sino también en su versatilidad y menor impacto ambiental.
Versatilidad de uso
El GLP es conocido por su capacidad para ofrecer energía confiable y versátil, ayudando a las empresas a ser más eficientes en su producción.
Desde la manufactura hasta la distribución, el GLP ofrece una fuente de energía que se adapta a las necesidades específicas de cada operación.
Unigas presta servicios de Gas Licuado de Petróleo (GLP) a diversas empresas en sectores como agricultura, hospitales, logística y manufactura. En empresas agrícolas, por ejemplo, proporcionan GLP para el manejo de maquinarias pesadas, sistemas de bombeo y generación de energía, en lugar de electricidad o diésel.
Eficiencia energética
La eficiencia energética es un componente clave para enfrentar la crisis climática y económica. En este sentido, el GLP se destaca por su combustión más limpia y eficiente en comparación con otras fuentes de energía.
La utilización de este combustible no solo reduce las emisiones de gases contaminantes, sino que también se traduce en un abastecimiento equivalente de energía con un menor consumo para las empresas.
Al usar el GLP como una respuesta frente a la incertidumbre energética, las empresas no solo cumplen con estándares ambientales más estrictos, sino que también logran una mayor eficiencia en su operatividad y un menor gasto en el uso de recursos energéticos, lo que se traduce en beneficios económicos tangibles.
Estabilidad en precios y suministro
En contraste con la incertidumbre que rodea a la disponibilidad y los precios del gas natural, el GLP ofrece estabilidad tanto en términos de precios como de suministro.
Esto se convierte en un factor crucial para las empresas que buscan prever y controlar sus costos operativos. La estabilidad en los precios del GLP, combinada con su disponibilidad constante, brinda a las empresas un nivel de estabilidad que se vuelve invaluable en momentos de crisis económica y energética.
Conclusiones
La posible crisis energética prevista para 2024 en Colombia presenta desafíos sustanciales para las empresas en términos operativos, económicos y de abastecimiento energético.
Sin embargo, este escenario también brinda la oportunidad de adoptar soluciones energéticas sostenibles como el GLP, que no solo mitigan los impactos negativos, sino que también son una respuesta a la situación energética actual del país ya que ofrecen ventajas significativas en términos de optimización, eficiencia, flexibilidad y sostenibilidad.
Al comprender la complejidad de la situación y tomar decisiones informadas, las empresas colombianas pueden asegurar una continuidad operativa sólida y resistente ante los desafíos económicos y ambientales que se avecinan.