Un proceso de due diligence riguroso es clave para alinear eficiencia, sostenibilidad y éxito corporativo en la búsqueda de soluciones energéticas para tu empresa.
Una de las principales responsabilidades de un director o jefe de compras de alimentos y bebidas es adquirir oportunamente todos los bienes y servicios que la empresa necesita para operar, incluyendo el suministro energético.
Hoy en día, para evaluar el mejor energético para las empresas no basta con enfocarse en aspectos logísticos y financieros. Asegurar un suministro energético confiable como el gas licuado, por ejemplo, implica ir un paso más allá.
Es fundamental garantizar que el proveedor de energía tenga un marco legal al día, una constitución formal como empresa, manipulación e instalación de los productos y el cumplimiento de criterios de sostenibilidad ambiental y responsabilidad social corporativa. Además, es importante que sea una compañía experta en el sector, con amplia experiencia y que acompañe a sus clientes en todo el proceso.
La selección del socio adecuado representa un reto significativo, ya que requiere evaluar múltiples factores críticos que pueden impactar directamente en la productividad, los costos operativos y la reputación de la empresa. Es en este escenario donde el proceso de due diligence o «debida diligencia» se convierte en una herramienta invaluable.
A través de una investigación exhaustiva y un análisis minucioso, podrás examinar a fondo a los potenciales proveedores de energía. Así te asegurarás de que cumplan cabalmente con todos los requisitos exigidos por tu compañía en cuanto a la calidad del servicio y las prácticas éticas, y así también sacarás mayor provecho en términos de rentabilidad a través de un energético con alta eficiencia.
¿Qué es el due diligence?
El due diligence o debida diligencia es un proceso de investigación y análisis exhaustivo que se realiza antes de cerrar un acuerdo comercial y seleccionar un proveedor de cualquier tipo de servicio, adquirir una empresa, establecer una alianza estratégica o cualquier otra transacción significativa.
Este procedimiento es fundamental para comprender a fondo la situación financiera, legal, operativa y estratégica de la entidad en cuestión para minimizar los riesgos asociados a la transacción. Un due diligence a conciencia puede ayudar a evitar asociarse o tercerizar servicios con compañías que podrían comprometer la integridad, reputación o rentabilidad de la empresa debido a prácticas poco éticas, insolvencia financiera, operaciones insostenibles o incumplimientos legales.
Requerimientos en un proceso de due diligence regular
El proceso de debida diligencia normalmente implica revisar diferentes aspectos que pueden variar dependiendo del tipo de transacción y sector en el que opera la empresa objetivo. Pero existen áreas comunes de análisis que suelen incluirse en la mayoría de los procesos. Entre ellos:
- Análisis legal
Busca identificar cualquier asunto legal que pueda tener un impacto significativo en la operatividad o valor de la empresa. Por ejemplo: podrías consultar a la cámara de comercio local para verificar la existencia y el registro legal de la empresa proveedora.
Otra opción es revisar las bases de datos de entidades gubernamentales como la Superintendencia de Sociedades. De este modo, podrás verificar la situación financiera y legal de la empresa y así conocer cualquier dato que pudiera afectar los recursos financieros o la reputación de la compañía.
- Revisión financiera
La salud financiera de la empresa se evalúa por medio de un análisis de sus estados financieros. Se evalúan las deudas, activos y otros indicadores económicos claves para comprender la situación financiera actual y proyectada. Esta revisión ayuda a identificar riesgos financieros, como una elevada carga de deuda o una gestión ineficiente de los activos.
- Evaluación operativa
Este punto implica un análisis profundo de como opera la empresa día a día. Se examina la estructura organizativa, los recursos humanos y la tecnología empleada. El objetivo es comprender la eficiencia operativa de la empresa y evaluar cómo estas operaciones se integrarían con las del comprador o socio estratégico.
- Verificación de cumplimiento
La adherencia a las leyes y regulaciones aplicables es crucial para evitar riesgos legales y financieros. Esta verificación cubre el cumplimiento normativo en áreas como el medio ambiente, el trabajo y la seguridad. Se revisa que la empresa cumpla con todas las normativas relevantes a su sector y jurisdicción, lo que incluye leyes laborales, de protección al medio ambiente y de seguridad en el trabajo.
Proceso de due diligence para seleccionar un proveedor de energía
En el proceso de due diligence para elegir soluciones energéticas es crucial hacer un análisis meticuloso que asegure una decisión alineada con los objetivos de sostenibilidad, eficiencia y confiabilidad requeridos por la industria en la que opera tu negocio debido al alto nivel de servicio, seguridad y procedimientos que se requieren.
Este proceso no solo garantiza el cumplimiento con los estándares y regulaciones pertinentes, sino que también busca optimizar el desempeño operativo y financiero a largo plazo.
Si tu objetivo es seleccionar un nuevo proveedor de energía, estos son algunos de los aspectos a evaluar como parte del due diligence:
- Evaluación preliminar
La base de un proceso de due diligence efectivo comienza con la identificación de los potenciales proveedores de energía. Este paso involucra recopilar una lista exhaustiva de posibles socios, como las diferentes empresas de gas. Para ello, hay que considerar tanto su presencia en el mercado como su capacidad para satisfacer las demandas específicas de tu negocio.
Asimismo, es fundamental asegurarse de que los potenciales proveedores de gas operen en total conformidad con las normativas vigentes. Esto no solo minimiza los riesgos legales y reputacionales, sino que también garantiza un compromiso con la responsabilidad ambiental.
- Fiabilidad y capacidad operativa
La continuidad y eficiencia en el suministro de energía son pilares para el éxito operativo. Por ello, es esencial analizar la capacidad del proveedor para entregar la energía de forma continua, su historial de fiabilidad y cómo gestiona posibles interrupciones o problemas de suministro.
Este análisis asegura que el proveedor no solo es capaz de cumplir con los requisitos de entrega y servicio actuales, sino que también tiene la solidez necesaria para mantener esos compromisos a largo plazo.
- Costos y condiciones contractuales
Una revisión minuciosa de las tarifas de energía, la flexibilidad contractual y la transparencia en posibles cargos ocultos es crucial. Este paso asegura que los términos contractuales sean competitivos, justos y alineados con las necesidades y expectativas de la empresa.
Es importante buscar un equilibrio entre el costo y el valor agregado, considerando no solo el precio sino también la calidad del servicio y el soporte ofrecido.
- Investigación de reputación y experiencia
La reputación y experiencia del proveedor en el mercado son indicadores clave de su capacidad para cumplir con las expectativas y manejar las necesidades específicas de la industria.
Al evaluar la reputación del proveedor en el mercado, a través de referencias y revisiones, se obtiene una perspectiva valiosa sobre su fiabilidad y el nivel de satisfacción entre sus clientes actuales y anteriores.
- Compromisos de sostenibilidad
La sostenibilidad y la evaluación de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) son factores cada vez más importantes en el proceso de due diligence de proveedores. Este enfoque no solo refleja una responsabilidad socioambiental inherente al negocio, sino también asegura la alineación con las expectativas de consumidores cada vez más conscientes del impacto ambiental de sus elecciones.
Seleccionar un proveedor de energía que demuestre fuertes compromisos de sostenibilidad, como Unigas, ofrece múltiples ventajas. Una de ellas tiene que ver con la reducción de la huella de carbono de la empresa.
El gas licuado, por ejemplo, destaca por su eficiencia energética y por ser más limpio en comparación con otras fuentes de energía tradicionales. Esto es fundamental para empresas que buscan minimizar su huella de carbono y avanzar hacia una operación más verde.
Conclusiones
Un proceso robusto de due diligence en la elección de un proveedor de energía debe lograr un equilibrio entre la calidad del servicio, los costos y el impacto socioambiental. En este sentido, el gas licuado resulta una gran alternativa.
Debido a su mayor eficiencia energética y a que genera menores emisiones contaminantes frente a otros combustibles, este energético se posiciona como un camino hacia las emisiones cero y, en general, hacia un proceso de transición energética viable.
Además, resulta fundamental priorizar a proveedores que demuestren un sólido compromiso con prácticas sostenibles. En este sentido, Unigas sobresale al contar con certificaciones ISO 14001 e ISO 45001 que avalan su gestión ambiental y seguridad. Además, la medición de su huella de carbono e hídrica —junto con la obtención del Sello VERDE DE VERDAD® en la categoría Árbol— evidencian los esfuerzos por compensar su impacto y contribuir positivamente al entorno.
Un proceso meticuloso de due diligence no solo optimiza las operaciones y la rentabilidad de las empresas, sino también contribuye a la construcción de una reputación corporativa robusta y una relación sostenible con el entorno, aspectos claves para garantizar el éxito empresarial a largo plazo.
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